Cundinamarca revoluciona la producción de huevo con biotecnología: así es el proceso
El proyecto ha conseguido la prevención de la salmonelosis aviar, la disminución del uso de antibióticos, un incremento en la productividad de huevo.
En el corazón de Cundinamarca, un experimento que parecía reservado a los laboratorios está cambiando la vida de más de medio millón de aves y, con ellas, la dinámica de un sector que representa no solo empleo y desarrollo económico, sino también un pilar de la seguridad alimentaria del país: la producción de huevo.
El proceso empezó como un reto científico: encontrar una manera de combatir la salmonelosis aviar, una enfermedad persistente en la industria que disminuye la productividad, obliga al uso intensivo de antibióticos y puede convertirse en un riesgo para la salud pública.
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La solución no vino de los fármacos tradicionales, sino de organismos microscópicos capaces de actuar de manera específica contra la bacteria: los bacteriófagos.
Así nació SalmoFree, un bioproducto desarrollado con base en estos virus naturales, que se convirtió en la pieza central de un proyecto regional sin precedentes. Su aplicación ha demostrado que es posible prevenir la salmonelosis en las aves, reducir el uso de antibióticos y, al mismo tiempo, mejorar la calidad del huevo producido. Lo que hasta hace pocos años parecía una apuesta arriesgada, hoy es una estrategia aplicada en granjas reales con resultados comprobables.
Actualmente, más de 550.000 aves en Cundinamarca están bajo este esquema de producción. El programa involucra a 16 empresas avícolas, de las cuales 4 son grandes compañías y 12 pequeñas y medianas, todas con un punto en común: el deseo de elevar sus estándares de productividad y de ofrecer un producto más seguro al consumidor.
Los logros obtenidos hasta ahora no son menores. El proyecto ha conseguido la prevención de la salmonelosis aviar, la disminución del uso de antibióticos, un incremento en la productividad de huevo y un reconocimiento internacional, con la publicación de dos artículos científicos en revistas indexadas que resaltan la innovación alcanzada en Cundinamarca. Estos resultados no solo validan el potencial de la biotecnología en el sector agropecuario, sino que posicionan al departamento como pionero en la aplicación práctica de estos desarrollos.
Nada de esto habría sido posible sin un trabajo conjunto entre el sector público, la academia y la industria. La Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, lideró la articulación con actores especializados como Sciphage, Corpavet, Biointropic, el SENA, la Universidad de los Andes y Agrosavia. Cada uno aportó su experiencia en:
- Investigación científica.
- Validación en laboratorio.
- Capacitación de técnicos.
- Implementación en campo.
Pero lo más interesante es que este avance no se queda en un resultado inmediato. El proyecto tiene una visión de futuro que contempla dos pasos fundamentales. En primer lugar, se planea la validación a gran escala de SalmoFree en condiciones operativas reales, lo que permitiría garantizar su efectividad en escenarios diversos y con mayor volumen de aves.
En segundo lugar, se estudia la posibilidad de construir una planta de producción industrial de bioproductos en Cundinamarca, lo que no solo reduciría costos y tiempos de distribución, sino que convertiría al departamento en un referente nacional en biotecnología aplicada a la avicultura.
Para un territorio en el que la producción de huevo es vital, tanto en el abastecimiento interno como en su aporte a la economía regional, la implementación de esta biotecnología representa un salto histórico hacia la innovación y la sostenibilidad.
Más allá de los números y los artículos científicos, lo que se está gestando es un modelo de producción más limpio, responsable y competitivo, que puede inspirar a otros sectores agroindustriales en el país.
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Cundinamarca, tradicionalmente reconocida por su fortaleza en la avicultura, ahora suma un nuevo mérito: ser la primera región del país en llevar la ciencia del laboratorio a la práctica de las granjas, y demostrar que es posible producir más y mejor, cuidando al mismo tiempo la salud de las aves, de los consumidores y del medio ambiente.
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