Los más pequeños dan ejemplo de solidaridad y amor en Soacha
El
Nuevo Colegio San Gabriel Arcángel de San Mateo emprende los valores de la bondad, el compañerismo y el
respeto. Con un enfoque especial y diferente, los niños de párvulos, pre
jardín, jardín y transición acogieron
compañeros de la institución Educativa Ciudadela Sucre para compartir unas
onces y regalos de amor y amistad.
El
Nuevo Colegio San Gabriel Arcángel fue fundado en el año 2005, pero en el 2019
adquirió una nueva administración y con ello se añadieron las palabras “El Nuevo”,
y un enfoque que estrecha los vínculos de amistad, bondad, humildad,
honestidad, tolerancia y respeto, con el lema “juego, aprendo y construyo”. Este año el lugar cuenta con 3 pisos,
salones amplios y se atienden 70 niños de edades entre los 3 y 5 años; para el
2020 se abrirá cupo para primaria.
Wilson
Guarnizo es el representante legal del
plantel educativo y tiene la labor de ser el gestor de felicidad para niños,
padres y profesores. Con esta idea, se fomentó el recreo y disfrute de una
jornada de amor y amistad, con niños de la Institución Educativa Ciudadela
Sucre de la comuna 4 de Soacha.
La
jornada fue muy amena para los menores de
las dos comunas de Soacha. “Los niños de nuestro colegio trajeron unos
regalitos para los estudiantes de Ciudadela Sucre, ellos fueron los invitados,
les compartimos unas onces, jugaron y se les hizo una recreación. Pero los estudiantes
de nuestro colegio no recibieron regalo
porque se pensó y se hizo con el ánimo de fomentar la solidaridad sin esperar nada a cambio; me parece un acto muy bonito
para compartir y motivar a otros colegios para que compartan las bendiciones
que tienen con otras instituciones”, comento Wilson Guarnizo, representante
legal del Nuevo Colegio San Gabriel Arcángel.
Se
pensó en Ciudadela Sucre porque es una comunidad de niños que tiene
dificultades socio-afectivas y económicas; dentro de la celebración de amor y
amistad, algunos infantes de la institución invitada respondieron que no habían
desayunado, aunque afortunadamente en su mayoría comen el alimento principal.
La iniciativa les dio un eje de integración grande, pues las risas acompañaron
el evento, pero la timidez e inocencia
estuvieron presentes; no fueron excusas,
fue un espacio sin diferencias.
Los
niños de la Institución Educativa Ciudadela Sucre son de preescolar y sintieron
agrado de la integración “Lo que vimos
fue una actividad muy agradable donde desde muy pequeñitos les enseñamos a los
niños el valor de la amistad, el
respeto, el compañerismo, la solidaridad, el trabajo en equipo, y
rescatamos que aunque son menores que no
se conocen, se integran e interactúan de una forma muy natural; de este modo se
refleja la inocencia y el apoyo, lo que enriquece mucho la parte emocional de ellos”,
dijo Adriana Ardila, profesora de preescolar de la Institución Educativa Ciudadela
Sucre.