La Catedral de Sal: un ícono turístico y cultural de talla mundial en Zipaquirá
En el corazón de las montañas de Zipaquirá, Cundinamarca, se encuentra uno de los tesoros más imponentes y
simbólicos de Colombia: la Catedral de Sal, reconocida como la Primera Maravilla del país y un destino turístico imperdible a nivel mundial.
Recientemente, este majestuoso templo subterráneo fue el escenario de un evento histórico: la
conmemoración de los 200 años de relaciones diplomáticas entre El Salvador y Colombia. Una ocasión que
reafirma el papel de la Catedral no solo como un ícono arquitectónico y espiritual, sino también como
epicentro del intercambio cultural y la cooperación internacional.
La visita de la delegación de la Embajada de El Salvador marcó un hito de hermandad y colaboración,
resaltando los lazos de historia, idioma, arte y visión compartida entre ambas naciones. «Nos une mucho más que la diplomacia. Nos une la cultura, la esperanza y el compromiso con un futuro de
desarrollo y equidad», destacaron las autoridades locales durante el acto.
Desde la Alcaldía de Zipaquirá y la Catedral de Sal, en Cundinamarca, se envió un mensaje claro: este santuario tallado en sal no solo ofrece una experiencia única cargada de espiritualidad y belleza, sino también un espacio para celebrar la unidad, el arte y el progreso compartido.
Visitar la Catedral de Sal de Zipaquirá es sumergirse en un recorrido multisensorial de arquitectura monumental, historia viva y expresión artística, convirtiéndola en un destino imperdible para turistas, diplomáticos y amantes de la cultura de todo el mundo.
Foto: Catedral de Sal de Zipaquirá