Además de Soacha y Sibaté: el municipio olvidado de Cundinamarca que se está transformando

Un municipio enclavado en las montañas cundinamarquesas, vive una transformación tangible que comienza a sentirse en sus vías, en sus centros de salud, en sus escuelas y en la tranquilidad con la que sus habitantes pueden hablar del futuro.

La visita del gobernador Jorge Emilio Rey no fue solo una jornada de discursos ni de promesas repetidas. Esta vez, la comunidad fue testigo directo de obras concluidas, otras en ejecución y nuevos compromisos que buscan romper el aislamiento histórico de algunas veredas y responder a necesidades que habían sido postergadas por años.

Las obras en San Cayetano no compiten con grandes anuncios ni buscan protagonismo en la agenda nacional. Son intervenciones puntuales, necesarias, que responden a necesidades concretas de la población. No resuelven todo, pero representan avances medibles.

Camino abierto entre Cardonal y Mortiño

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Uno de los avances más significativos fue la entrega de 3,07 kilómetros de pavimentación sobre el tramo que conecta las veredas Cardonal y Mortiño, una vía que enlaza directamente a San Cayetano con el municipio de Cogua. Esta obra, además de mejorar la movilidad, representa un punto de inflexión para agricultores, estudiantes y comerciantes que durante décadas dependieron de trochas en mal estado.

El cierre financiero de esta etapa permitió culminar un proyecto largamente anhelado. Pero no termina ahí: ya están en marcha los estudios y diseños para intervenir otros cuatro kilómetros de esta vía, con el objetivo de ampliar la carpeta asfáltica y consolidar una conexión segura entre zonas rurales y urbanas.

A esto se suma la futura construcción de un puente vehicular en el sector de Tres Quebradas. Aunque todavía no ha iniciado, su anuncio fue recibido como una señal de que el aislamiento geográfico de algunas veredas puede, por fin, comenzar a superarse.

Deporte donde nunca lo hubo

En el centro poblado de La Montaña, se firmó un convenio para dar inicio a la primera fase de un escenario deportivo que por años fue apenas una aspiración comunitaria. La obra contempla canchas múltiples y espacios para la práctica deportiva de niños y jóvenes, un paso importante en un territorio que no contaba con infraestructuras adecuadas para la recreación.

Placa huella: un alivio al lodo y al polvo

La construcción de placas huellas en las veredas Cucharal, Tres Zarzos, Guamal y El Salitre representa más que una intervención técnica. Para más de 300 familias campesinas, significa poder sacar sus cosechas sin esperar que baje el barro, enviar a sus hijos a estudiar sin que el camino se los trague o acceder a servicios médicos sin depender del clima.

Estas obras fueron ejecutadas con participación directa de las Juntas de Acción Comunal, que no solo vigilaron el buen uso de los recursos sino que contribuyeron a que cada peso invertido tuviera mayor impacto. La lógica detrás es clara: cuando la comunidad está incluida, los resultados son más duraderos.

Salud sin horarios

Uno de los mayores cambios en la vida cotidiana de San Cayetano es invisible, pero decisivo: la implementación del programa Médico 24 Horas. Antes, la atención médica se ofrecía solo tres días a la semana, en horario de oficina. Hoy, cualquier habitante puede acudir al centro de salud a cualquier hora, cualquier día.

Según cifras oficiales, 150 personas han sido atendidas entre las 6:00 p. m. y las 6:00 a. m. desde que el programa comenzó. Algunos casos han sido urgencias vitales y se han salvado vidas.

Casas más dignas, hogares con luz

La vivienda rural, por años relegada a la autogestión y el abandono, también ha empezado a recibir atención. A través de Fonvivienda, ya se están mejorando 52 viviendas en zonas rurales del municipio. El objetivo no es construir desde cero, sino dignificar lo existente: arreglar techos, reforzar estructuras, garantizar condiciones básicas de habitabilidad.

En paralelo, 63 familias fueron conectadas al servicio de energía eléctrica por primera vez. Veredas como Remanso, Cuibuco, Camancha y Campo Hermoso dejaron de depender de velas o plantas eléctricas compartidas.

La llegada dell servicio de luz no solo transforma las noches, también abre la puerta a la educación virtual, a la conservación de alimentos, al uso de electrodomésticos. Es un salto de varios años en términos de calidad de vida.

Estudiar para lo que viene

La educación también fue parte del anuncio. 60 estudiantes de décimo y once recibirán formación virtual en habilidades del futuro: marketing, tecnología e inteligencia artificial.

El programa, realizado en alianza con la Universidad Sergio Arboleda, busca abrir horizontes profesionales que hasta hace poco eran impensables para jóvenes de zonas rurales.

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La iniciativa apunta a que el origen geográfico no sea un límite para el acceso al conocimiento más actualizado, ni para el ingreso a nuevas economías.

Sembrar con menos incertidumbre

Por último, pero no menos importante, el sector agropecuario recibió apoyo mediante la entrega de Tarjetas Sembrando 2.0, insumos, análisis de suelos y estrategias para que los campesinos puedan vender sus productos directamente, con menos intermediarios y mayor ganancia. Esta política no solo reconoce su rol en la seguridad alimentaria, sino que también apuesta por la permanencia de las familias en el campo.

Un paso firme, no espectacular

Las obras en San Cayetano no tienen el brillo de los megaproyectos de grandes ciudades. No están pensadas para titulares rimbombantes ni para cortar cintas ante cámaras nacionales. Pero tienen un valor profundo: modifican lo esencial. Permiten que una madre llegue a tiempo a un centro de salud; que un joven del campo se forme en inteligencia artificial; que un agricultor pueda cargar su cosecha sin miedo a que el camión se hunda en el lodo.

Son hechos que, en muchos casos, tardaron años en materializarse. San Cayetano empieza a dejar atrás el olvido, paso a paso. No es propaganda. Es infraestructura concreta, inversión focalizada y una comunidad que no solo espera, sino que también participa.

¿Dónde es San Cayetano?

San Cayetano es un municipio del departamento de Cundinamarca, ubicado en la provincia de Rionegro. Se encuentra a aproximadamente 90 kilómetros al norte de Bogotá, lo que representa alrededor de 2 horas y 30 minutos de viaje en automóvil. Este municipio es conocido por su clima templado y su entorno natural, ideal para la agricultura y el ecoturismo.

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Este territoro está situado en la Cordillera Oriental, tiene una altitud de aproximadamente 1,800 metros sobre el nivel del mar. El municipio está rodeado de montañas y cuenta con varios cuerpos de agua, como ríos y quebradas, que enriquecen su paisaje natural.

La economía se basa principalmente en la agricultura, destacándose el cultivo de café, maíz y frutales. La ganadería y la producción de lácteos también son actividades económicas importantes. Además, el municipio cuenta con pequeñas industrias y comercios locales que contribuyen a la economía.

Foto: @jkraft52 a través de Canva.com y Gobernación de Cundinamarca

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