Arranca construcción de 47 viveros municipales para reverdecer el territorio CAR
En varios rincones de Cundinamarca comienza a gestarse una iniciativa que promete transformar tanto el paisaje como la forma en que las comunidades se relacionan con su entorno.
Los viveros no solo producen árboles; también germinan conciencia, educación y compromiso ambiental. Convertidos en aulas vivas, estos espacios permiten a las comunidades aprender sobre biodiversidad, el ciclo de las plantas y la importancia de proteger los ecosistemas, al tiempo que aportan material vegetal para reforestación y restauración de áreas degradadas.
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Con esta visión, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) inició la construcción de 47 viveros municipales en distintos puntos de su jurisdicción, que servirán como escenarios de producción forestal y de formación ciudadana en torno a la sostenibilidad.
Carmen de Carupa y Zipaquirá serán los primeros municipios en los que arrancará la construcción de estas aulas ambientales forestales. Cada vivero contará con sistemas de agua, energía y saneamiento, así como con áreas destinadas a la germinación, maduración y almacenamiento de especies, estructuras para semillas y plántulas según sus etapas de desarrollo, y tanques de recolección de aguas lluvias.
Adicionalmente, dispondrán de un aula educativa donde se realizarán jornadas de capacitación, sensibilización y actividades con las comunidades, reforzando el componente pedagógico del proyecto.
“Con esta iniciativa estamos contribuyendo a que los municipios no solo cuenten con viveros para la producción de material vegetal, que más adelante será utilizado en jornadas de plantación y procesos de reforestación, sino que también dispongan de un entorno educativo que permita a las comunidades aprender sobre sostenibilidad, biodiversidad y el cuidado de los ecosistemas”, señaló Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR.
Este programa se enmarca en un convenio anunciado durante la Cumbre Internacional de Innovación y Sostenibilidad Ambiental 2025 y contará con una inversión superior a los 9 mil millones de pesos. Cada municipio recibirá entre 180 y 205 millones de pesos para la construcción de su vivero, asegurando las condiciones técnicas y logísticas necesarias para su funcionamiento.
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Con la puesta en marcha de estas infraestructuras, la CAR busca que los viveros se conviertan en centros de encuentro comunitario donde se siembren árboles, pero también conocimiento y compromiso con un futuro sostenible.
Foto: CAR