Crisis en hospitales de Cundinamarca: Alerta para usuarios de Famisanar, Nueva EPS y Sanitas

Es un taxímetro que corre todo el tiempo y que podría comprometer gravemente el acceso a los servicios para los más necesitados, advirtió el gobernador Jorge Emilio Rey.

La red hospitalaria pública de Cundinamarca atraviesa una crítica situación financiera debido al incumplimiento en los pagos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Así lo advirtió el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey.

El mandatario reveló a través de su cuenta de X que la deuda acumulada de las EPS con los hospitales del departamento ya supera los 1,3 billones de pesos, de los cuales el 40 % corresponde a entidades intervenidas por el Gobierno Nacional como: Famisanar, Nueva EPS y Sanitas.

Según Rey, la situación se ha agravado en las últimas semanas por la reducción drástica de los giros corrientes, que apenas cubren entre el 20 % y el 30 % de los servicios prestados por los hospitales. Esto significa que ni siquiera se están compensando los costos mínimos operativos para mantener los servicios médicos en funcionamiento.

En promedio, los hospitales públicos del departamento estarían perdiendo entre 12.000 y 15.000 millones de pesos mensuales por falta de recaudo.

“Es un taxímetro que corre todo el tiempo y que podría comprometer gravemente el acceso a los servicios para los más necesitados”, advirtió el mandatario departamental.

Ante la creciente deuda y el riesgo de colapso de la red pública de salud, el gobierno departamental ha implementado una serie de medidas de choque. Entre ellas, un plan de sostenibilidad financiera diseñado para cada una de las 52 Empresas Sociales del Estado (ESE) de Cundinamarca, con el acompañamiento técnico de la firma PricewaterhouseCoopers (PwC). Esta estrategia ha permitido reducir gastos inoficiosos y mejorar el margen operacional de los hospitales.

Otra de las acciones destacadas es la implementación del programa de compras conjuntas entre ocho ESE, que busca centralizar la adquisición de medicamentos y material médico-quirúrgico en hospitales de segundo nivel como La Samaritana y el Hospital de Soacha. Gracias a esta economía de escala, el departamento proyecta ahorros por 10.772 millones de pesos para 2025, y estima que esta cifra podría alcanzar los 34.962 millones durante el actual gobierno.

A pesar de estos esfuerzos, el gobernador fue enfático al señalar que la red hospitalaria necesita estabilidad en los pagos por parte de las EPS para sobrevivir.

Hemos sido responsables, conteniendo el gasto, actualizando tarifas y diversificando servicios, pero a este ritmo, es ineludible en el corto plazo el cierre en cadena de servicios e incluso de hospitales, no solo en Cundinamarca, sino en todo el país”, alertó.

En ese sentido, Jorge Emilio Rey hizo un llamado urgente al Ministerio de Salud y a la Superintendencia Nacional de Salud para que entreguen claridad sobre el cumplimiento de las acreencias por parte de las EPS intervenidas y se definan acciones concretas para evitar el colapso del sistema.

Finalmente, el gobernador expresó su preocupación por el impacto que esta crisis podría tener sobre los programas nacionales de medicina predictiva y atención primaria, los cuales han incrementado la demanda en hospitales públicos. De continuar la falta de pago, advirtió, podrían frustrarse los avances en salud pública y la atención a la población más vulnerable.

Esta indefinición no da más espera”, expresó Rey, quien insistió en la necesidad de una respuesta inmediata del Gobierno Nacional para garantizar la sostenibilidad del sistema de salud en Cundinamarca y el resto del país.

Foto: Freepik

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