Tendidos de ropa, fogatas y tala de árboles: la alerta del Jardín Botánico sobre el Parque Nacional
El Jardín Botánico de Bogotá lanzó una grave advertencia sobre el impacto ambiental que está afectando el Parque Nacional. Lo que empezó como un campamento improvisado de indígenas, hoy pone en riesgo árboles centenarios
Lo que debería ser un espacio para el descanso, el deporte y la conexión con la naturaleza, hoy muestra señales alarmantes de deterioro. En plena zona del Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, ubicado en el centro de Bogotá, el Jardín Botánico ha detectado prácticas que están afectando gravemente este patrimonio natural: árboles usados como soportes de plásticos y tendederos, fogatas encendidas al pie de especies protegidas y niños cargando leña o rompiendo ramas para el uso doméstico.
De acuerdo con el Jardín Botánico de Bogotá, la situación no solo pone en riesgo la integridad del ecosistema urbano, sino también el esfuerzo de restauración ecológica realizado en los últimos años. Árboles como los pinos colombianos, algunos con más de 60 años de vida, han sido descortezados con machete.
Además, se ha removido por completo la capa superficial del suelo, indispensable para la supervivencia de la flora del parque.
En el lugar se han identificado especies como robles, cedros y pinos nativos que, según el Jardín Botánico, cuentan con algún grado de amenaza de extinción. La presencia de campamentos improvisados y el uso intensivo del espacio con fines ajenos a la recreación, están deteriorando un ecosistema clave para la conectividad ecológica de la ciudad.
“La situación es crítica”, advirtió la entidad. “No solo se está acabando con las especies vegetales, sino que se están perdiendo los servicios ambientales que estos espacios prestan, como la regulación de temperatura, la captura de carbono y el equilibrio del aire que respiran los bogotanos”.
El Jardín Botánico hizo un llamado urgente a las autoridades distritales y a la ciudadanía para proteger este ecosistema, recordando que los parques no están autorizados para la extracción de recursos naturales ni para prácticas que comprometan su integridad. A su vez, enfatizó la necesidad de cuidar estos espacios como parte fundamental del bienestar urbano.
Foto: Alcaldía de Bogotá